La posibilidad de aprender y desarrollarse permanentemente es una de las cosas que más fascina a Soraida. Sus quince años de experiencia gestionando proyectos en diferentes sectores se traducen en una constante reinvención, la que mantiene en lo alto su motivación. Para ella, el trabajo siempre ha sido una parte muy importante de la vida y afirma que cada proyecto profesional es una experiencia que se acumula y una buena inversión de su tiempo.
No divide su mundo entre su familia y su carrera, pues ambas están entrelazadas. No hay tal cosa como una “vida personal o profesional”, simplemente la “vida”, que incluye a sus dos hijas Jesica Lorena, de 16 años y Angélica Sofía, de 8. Las chicas son tan parte del trabajo de su mamá como lo es Soraida misma.